El plagio es uno de los problemas fundamentales a los que se enfrenta la propiedad intelectual. Más aún, en la era de internet.

La web se ha convertido en un flujo continua de nueva información, en la que las opciones de "copiar y pegar" son demasiado perniciosas. 

Para evitar este riesgo, existen numerosas aplicaciones para la detección automatizada del plagio o si se prefiere para el control de la originalidad de las creaciones intelectuales. 

Estos programas informáticos están destinados a facilitar el control de la originalidad y prevenir y evitar el plagio. Permiten  analizar el grado de similitud de los documentos comparándolos con otros de una amplia base de datos de trabajos académicos y científicos, proporcionando como resultado de esta comparación un informe de originalidad que muestra las coincidencias del trabajo analizado y los enlace a los documentos coincidentes.

En este contexto, Turnitin es uno de los más utilizados en el ámbito académico.